N. del A.: La historia a continuación Pertenece a la canción "Escape", respondiendo a la continuación de la historia "Diente Por Diente", , publicada con anterioridad, y, consecuentemente a la canción del mismo nombre .¿Qué tienen en común Andy Dufresne y Edmundo Dantés? ...
El cabo rebolledo era Atento, despierto y furtivo.
Por eso lo eligieron. Lógico.
Lo que nadie piensa es por qué le asignan un gendarme atento, despierto y furtivo a un solo reo. No es curioso?
Rebolledo estaba con la espalda pegada a la muralla observando la sombra de Domingo Flores, presidiario con 27 años de cana por delante. Siete por robar una joyería y veinte más por matar a su ex – socio dentro del mismísimo recinto penitenciario.
Su sombra se proyectaba perpendicular al ángulo del muro esquina. Detrás de este se encontraba Rebolledo. Atento, despierto y furtivo.
El resto de los presidiarios jugaban brisca, baby fútbol o piteaban un cigarrillo entre 5. El sol hacía gemir las gotas de sudor que tocaban el suelo de concreto.
La sombra de Domingo Flores se agachó. Levantó los hombros y retractó la cabeza. Se quedó quieta. Rebolledo entendió el gesto. Una siesta. Pero no lo dejaría dormir tan fácil. No, no , no, señor. Le daría unos minutos de gracia y luego lo despertaría con un palmazo en la nuca. Le diria “ mish!.. no queríay salir a wear al patio?... “ y lo levantaría clavándole la punta de la luma en alguna vértebra, da lo mismo cual. Todas duelen.
8 minutos quieto, “ ta aburrío el cabro” pensó rebolledo. Su sombra estaba quieta, sin mover ni siquiera un músculo. 9 minutos eran suficientes, era hora de darle el buffet de palos al Domi. Rebolledo sacó la luma y caminó despacio, golpeándose la palma izquierda con élla.
Los eventos curiosos, por lo general, siempre son secundados por una reacción estúpida que acusa estar con la guardia baja. Más aún si el curioso evento ofende al aludido. Rebolledo logró reaccionar con el más bonito de los gestos estúpidos. Se sintió tan ofendido y engañado, que sacó su gorra para coronarse la cabeza rascándosela con la luma. Sería proclamado el estúpido del año. No cabía duda…
…hace 9 minutos que la sombra del Domi estaba quieta. Pero su dueño no estaba. La sombra sola?....
Hilemos fino. Tampoco era su sombra, sino un hermoso montaje de dos escobas, un sweater y una pelota de Baby – Fútbol reventada.
Rebolledo podía rascar su cabeza con toda propiedad.
El problema era encontrarlo. Nadie lo habría visto desaparecer, Ni aparecer tampoco. Si el cabo Loyola se acercaba a preguntarle por su presa, pues mentiría con diplomacia …” fue a char la meá “. Lo cual le daría tiempo para encontrarlo. Se estaba asustando.
El sol comenzaba a caer y las sombras se alargaban. El tajo de la pelota de baby sonreía burlón y atento, siguiendo las disimuladas caminatas de Rebolledo intentando buscar al desaparecido sin sombra. Había cometido un error grave y lo podía pagar muy caro. Pero si encontraba al domi antes de las seis, entonces se lo endosaría por adelantado con hematomas. Tenerlo por seguro.
El muro Andes era el más bajo de la Cárcel de San Ambrosio, con sólo 4 metros de altura. No obstante, estaba constantemente custodiado por gendarmes, ya que el portón negro era el que recibía el camión de los víveres todos los miércoles, y el microbús con los nuevos delincuentes que “rentaban” un cuarto en el recinto. Este último entraba en cualquier momento.
Un error grave puede llevar a otro peor. Pero Rebolledo estaba asustado por su propio cuello y prefería solucionar esto por sí solo antes de dar aviso de alerta a la central. El patio era grande, pero cabía seis veces en su angustia.
Hoy llegaban nuevos “inquilinos” y el portón se abriría antes de las seis. ¿Sabría de esto el Domi?.... Si lo sabe habrían problemas, y más grandes que el patio y la angustia juntos.
“ Nadie tiene que saber. Lo pillo, lo apaleo y santo remedio”. El cabo comenzaba a exudar su desesperación y debía hacer algo. Su camisa verde acusaba aún más el sollozo de sus axilas. Rastreó los baños, los camarines, casino, patio y cada lugar común donde podía esconderse. Pensó en los tejados del establecimiento, pero sólo un pájaro podía poner sus pies sobre ellos si no había una puta escalera en todo el recinto. Estaba dentro, ¿pero por cuanto tiempo?... … ¿ no se supone que es una prisión de alta seguridad?.. No puede escapar así como así sin una vil y maraca mirada sobre él…
Domingo flores era un asesino, un ladrón, y requería de constante marca personal sobre él. Con este historial y tal condicionante no cabía duda que algo peor que un criminal es un criminal inteligente.
Y así fue como confió y esperó. Llevaba tiempo calculando la misma constante. Seis segundos. Sólo seis segundos o esperar al próximo miércoles. Pero ya era difícil, porque Rebolledo le seguiría más que la pura sombra.
El basurero estaba hediondo, lleno de mierda. Pero su cuarto también, así que podía soportarlo. Sólo media hora más y luego sus seis preciados segundos estarían ahí para él.
El muro Andes tiene cuatro metros.
Rebolledo buscaba ahora en la canaleta.
- Se le perdió argo mi cabo? Gritó el Andrés Julio, condenado a 5 años por cuatro matrimonios simultáneos y fraude al fisco.
- Qué te importa chuchetumare?
- Yo decía nomás… le ayudo con argo?
- Por qué no jugamos a que te pego un palo por metiche, culiao?!!
- Y por qué no jugamos al TETO mejor?
- Qué es el teto?...
- Que usté se…
Sonó la alarma del portón. Había que formar a todos los convictos tras la reja. Si no aparecía el Domi, se avecinaría una tormenta.
El Domi estaba dentro de un pequeño basurero en el patio, entre la llave de agua y el arco de baby futbol oxidado. Sus compañeros se estaban formando, los veía de frente y al parecer aún nadie notaba su ausencia. Pero podía ver a Rebolledo, pálido, frustrado, pero tratando de mantener la compostura, u ocultando alguna falta con su pachorra.
El Domi sonreía, todo indicaba que era su día. Su plan estaba funcionando, era un día especial ( 31 de febrero de un año trisiesto ) y la sigla del camión que entraba era SKP-3102. Definitivamente hoy era su día.
Además, Rebolledo no había dado la alerta de escape por temor a ser castigado. Pensaba que si mientras no extrañaran a Domingo Flores, podría actuar con sigilo. El Cabo era conocido por su fama de sabueso.
Pero el anzuelo del Domi era la pieza clave.
Fue entonces cuando Rebolledo vio la manga de la polera del Domi bajo una rueda del camión. ¡ Estaba debajo del auto!... …¡y el portón aún no se cerraba!... Aún puede se puede arrancar!!!!.
El resto de la historia es breve. Rebolledo no quitaba los ojos del portón, que se cerraba lentamente y acudía a él de modo sospechoso. Apuró el paso y su gorra cayó al suelo. No la recogió. Todos lo miraban. Sus pasos largos y la cabeza levantada eran notorios. Su mano empuñaba el arma. Gendarmes también lo miraban con recelo. Algo pasaba y no lo tenían claro, pero la actitud de Rebolledo era tan sospechosa que sus colegas comenzaron a cubrirlo con los rifles.
- Figueroa!!!! Revise el vículo!!!!
- Escobar!, Moreno!, cubran la salida, rápido!!!!
La alarma empezó a sonar, acompañada de los vítores de los reos agrupados, que celebraban la gran escapada de algún desconocido compañero. Daba lo mismo el que fuera, siempre un escape significaba que los sistemas de seguridad son imperfectos y que mañana otro podría ser libre. Con suerte, uno mismo.
EJALÉ!!!!!.... Raje compare!!! Chaucha con la Yuta!!!!!!.... MANDE FRUTA!!!!!!!
Alarma, escándalo y 19 gendarmes rodeando la salida del portón. Ninguno miraba abajo del camión, sólo veían parte de su ropa. Pero era peligroso. Pasos furtivos, rifles cargados y apuntando. Rebolledo estaba urgido, y su incomodidad se transmitía a sus compañeros.
El Domi ya no estaba en el basurero, pero el basurero tampoco. Sus seis segundos antes de que se cerrara el portón empezaban ya.
El muro tenía cuatro metros, y el portón estaba al menos a 30. Pero esto era sólo una fachada. Jamás pasaría entre los casi 20 oficiales arrejuntados en la salida.
5 segundos…
El basurero fue arrastrado hasta el muro y el domi ya se había trepado. Un salto vigoroso y sus manos ya se aferraban al tope de concreto.
4 segundos ...
Pasó su cuerpo con agilidad y cayó hacia el otro lado.
Quedaban 3 segundos y sus pies le dolían con el impacto de caer hacia el otro lado, pero no importaba. El concreto es más blando cuando eres libre. Lo hizo en la mitad de tiempo!!!.
El último segundo fue para disfrutar el sonido del portón de acero juntándose con el pilar. Se había cerrado.
No eran alarmas, eran fanfarrias. Más dulces y armónicas que la Overtura de 1812.
El caos estaba ahora dentro. Él estaba fuera y libre. Pero debía apresurarse para poder esconderse un par de horas, hasta que el Negro Astorga le tuviese un vehículo capaz de huir a un lugar seguro. El magenta Rose ya no lo era, porque Julito Meneses pronto saldría a la caza del asesino de su hijo. Una persecución se avecina.
Corrió, sin dinero y sin polera. No habían micros amarillas. Mucho había cambiado en poco tiempo, pero la libertad se sentía tan fresca y nueva como un pichuncho en pleno verano.
- Ehhh Eh Eh… bájate del auto. BAJATE DEL AUTO WN!!!!. Pasa las llaves… …PASA LAS LLAVES TESTOY DICIENDO!!!!. Gracias. ¿Ta asegurao?...
FIN
