jueves, 12 de abril de 2007

La mujer del piano

LA MUJER DEL PIANO

El archinombrado magenta rose estaba lleno casi siempre, salvo el mes de María y los 14 de febrero. La música era fuerte y para hablar había que gritarse. Esta pared de ruido servía para 3 objetivos: Espantar a los poco tolerantes y refinados, ocultar a los clientes de las piezas de al fondo que recibían servicios de las señoritas del local y , por último, para bailar.

Era una casa antigua, cuya puerta de entrada daba de inmediato a un inmenso hall, donde se abarrotaban las personas, haciéndose caber entre mesas con velas y la “pista de baile”. El letrero “ Launch” ( que supongo querría decir Lounge), daba la bienvenida y limitaba con el pasillo a las piezas posteriores, enfrentándose simétricamente y divididas por este pasadizo con pósters de Rita Hayworth y Greta Garbo, alguna vez en blanco y negro, pero que el tiempo tiñó de sepia. Había una mezcla equilibrada y casual entre el magenta antiguo, de los viejos con paletó, y el magenta actual, de los terneados con celular.

Nos habíamos bajado del escenario hace unas dos horas, y ya estábamos borrosos. Para nosotros mismos y para el público, que quedó tan satisfecho con nuestras canciones, que ni siquiera pidieron un bis. Nos sentíamos orgullosos y complacidos.

Es difícil notarse entre tanta gente, y es imposible evitar el tacto apretado de todos contra todos. Pero ella era distinta, reconocible. Un ángel para el local y posiblemente la razón por la cual el servicio de atención de caballeros había tenido un alza notable en estos 2 años,desde su llegada, ella había efectuado su trabajo con calidad inigualable, por horarios extendidos y llevándose consigo el 70% de la cartera de clientes. Ni denisse ni Yessenia, la mítica dupla del local la podían ya alcanzar. Lady Lucy era una prodigio, logrando incluso un excelente trato con la policía. Ellos no emitirían órdenes de cateo a cambio de 10 cupos mensuales de servicio gratis. Sucedió lo mismo con el servicio de impuestos internos y el consultorio aledaño.

Era única, y se notaba de inmediato.Sin embargo, esta vez su poder de aparición no la acompañaba, y casi pasaba desapercibida, como el resto de las personas en el local. Apagada, casi en blanco y negro.

Sòlo Kasilas y su evolucionado sentido del olfato la olieron llegar desde el pasillo. Su aroma a Gelatti se volvía dulce al sumergirse en su Ph. Pasaba con dificultad por el mar de gente, su pelo no brillaba, el rimel dibujó dos surcos por sus mejillas blancas y su cuello blando no sostenía su cabeza de manera altiva, sino oscilando de hombro a hombro. Estaba cansada, borracha, drogada y cabizbaja:

- tssss la ondita hermano, la pobre cabra parece escoba vieja, qué le pasó?
- ch... la pega, hermano, la pega. Si uno es humano, no máquina
- Pero los viejos dicen que ella es una máquina, no?
- bueno, hasta las máquinas necesitan un mantenimiento y reposo, no?
- en todo caso, no siempre se la puede mi tractor.


Entre las bromas del quinteto titular del local, el zumbido de las conversaciones mezcladas y “ Descanso Dominical” de Mecano en los parlantes, Lady lucy llegó trastabillando a ninguna parte, según pensaba ella. Y se dejó caer sobre la primera silla que encontró vacía.
Jamás he podido entender cómo juega las cartas Dios, pero también tengo claro que jamás me voy a jugar un póquer con él. Para jugar con el no serás un placer, sino una carta más. Uno sólo puede disfrutar o estremecerse de las gracias que se le ocurren al de arriba. Y esta vez en particular, disfrutamos y nos estremecimos al mismo tiempo.

La silla no era una silla, era un piso redondo de la barra, con las patas cortadas a la altura precisa para el piano. Al no encontrar el respaldo de la silla, apoyó su espalda en el viejo Hohnner, un piano de saloon contra el muro. No se abría desde la época en que las cuecas llenaban el local, cuando nuestra música criolla se ejecutaba con arpas, guitarras convencionales y platillos de té.
Ella frunció el ceño, levantó una comisura e intentó incorporarse. Abrió el piano, y quitó el polvo de las teclas, ensuciando sus yemas y limpiándolas en su falda de cuero. Nadie ponía atención, lo que la hizo sentirse cómoda. Para tantos años en el olvido el piano no estaba tan desafinado, lo cual evidenciaba que era de buena calidad. Lady lucy se encontraba en la misma condición. Había pasado más de una década de la última vez que intentó tocar en uno.

Así fue el sublime reencuentro de sus falanges con la escala de marfil.

Y tocó.

Para los oídos afortunados que han podido escuchar la suite “angel” de Rachmanninnoff tendrán entendido que la escencia de la pieza son los arreglos corales, que suenan casi celestiales. Y así lo pensábamos nosotros también. Así que fue un pseudo-milagro escuchar la mismísima versión sin los mentados coros. Sólo la línea de piano y nada más. Y era realmente el piano lo escencial de la pieza.

No era raro saber Lady Lucy que tocaba piano. Era raro saber que tocaba muy bien. Pero lo increíble era que tocara rachmanninnoff. Realmente de gusto exquisito y talento sobrenatural, porque ha de entenderse que las escalas pentatónicas en un piano requieren de una destreza inconmesurable para ser ejecutadas, y más aún a tal velocidad.

Lo presenciado era un espectáculo espantosamente hermoso. Una mujer demacrada a la vista, con aquel cuerpo delgado y armónico, a pesar de lo mustio que se encontraba en aquel momento. Sus movimientos espasmódicos sobre el instrumento realzaban la fantasmagórica belleza de aquella dama sobre el hohnner, como una mantis religiosa sobre una hoja en movimiento.

Y de la música, ni hablar. Y bien dicho, porque nadie habló. Los que gustan de la música quedaron estupefactos ante tal impecable ejecución. Los menos asiduos a ella quedaron pasmados con la demostración de magistral destreza sobre las seis octavas. Silencio absoluto, mientras “Angel” revoloteaba y llenaba el local de armonía celestial. El sonido creaba una suerte de reverberancia al rebotar blandamente en las murallas de adobe empapelado. La conmoción pasó a ser un silencioso embelesamiento por parte de los presentes, quienes ni siquiera quisieron encender un cigarrillo para no interrumpir el concierto de fina factura que tomaba cabida ahí, en pleno magenta rose.

Sublime...
Pianissimo crescendo a fortissimo...
grand finale en mi mayor...

En sus tan sólo 3 minutos de duración “ angel” fue ejecutada con mano de maestro y en una versión digna de golpes de atriles.
grand finale en mi mayor y el último dejo de nota sostenida se evaporó ante todos.
Se prolongó el silencio absoluto, mientras Lady lucy caía sobre el piano como un paño de seda descolorido.

Y ahí se quedó, en medio del silencio de la multitud, sin energía, con su corazón vacío y su ropa interior llena de clientes.

John Cancino, quien cuidaba de lady lucy como si fuese su hermano mayor, acudió a recibirla para llevarla a su habitación. Se abrió paso entre todos para recibirla en sus brazos y cargarla hasta el final del pasillo. No había nada más que mirar, se acabo la presentación.

No era necesario ser cursi ni superficial, pero la ocasión no merecía menos que un aplauso. Al menos uno. Y eso fue precisamente lo que Kuky Julio hizo. Su primer choque de palmas sonó tan solitario como el último fósforo en la caja. Acto seguido los demás presentes se comenzaron a sumar al aplauso de forma gradual. Ahora el público respondía con un pianissimo crescendo a fortissimo, pero de palmas humanas.

Luego de 10 o más minutos ( o años , no recuerdo bien ) Cancino pudo abrirse paso entre la tropa de clientes que lamentaban no haber grabado el cortísimo concierto en sus celulares o ipods.
Atrapada en aquel muro de ovaciones, lady lucy se sintió mejor, como una taza de chocolate en un dia frío. Muchos pesares se vieron alivianados en esa noche, como si encontrase una luz de salida de un túnel.

Cansada, destruida, pero con una parte de su corazón que estaba llena. ¿De qué?, da lo mismo, pero no recordaba haberlo sentido desde hace mucho tiempo. Desde mucho antes de conocer al concha de su madre de Julito Meneses. Pero eso es parte de otra historia.
Ahora quería dormir, pasar la resaca y los dolores en su entrepierna. Quería despertar sin perder esa sensación en su corazoncito, y tener la certeza de no haberlo soñado.

que no sea un sueño...
que no sea ...
que no....

25 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo! Bravíssimo!!!!!!

hay que tener imaginación y mucho tino para hacer un cuento de hadas dentro de un puticlub.

me saco el sombrero con este blog.

Negro Astorga dijo...

Recuerdo claramente cuando nuestra musa comenzo a perfilar suaves notas sobre el marfil.... (fué la primera vez que se me cayó la baba sin almohada) Es más.. .en esa oportunidad hasta se me perdió el pichuncho !!!!....


También recuerdo cuando llego el Culiao de julito meneses a reclamar parte del porcentaje de las ventas y el foka le plantó flor de cabazorro con el bajo del kike !!! (se pone bravo con tando blody mary) !!!!


Oye wn !!! el miercoles la guea sonó increible en el Magenta ! , es más hasta llegó audición de bailarinas orientales para "Arábica" .... psss... te las perdiste!! hip!

un abrazo


Negro Astorga

Negro Astorga dijo...

http://picasaweb.google.com/Negroastorga/Granujas

kasilas ® dijo...

Ese perfume es...esteee, es como...es algo si... ¿cómo lo explico?...en fin.

Super bien reflejado el contraste entre los muros de adobe empapelados y los ipods...
No hay como el Magenta! Cuantas generaciones han pasado, modas, cambios tecnológicos, de gobiernos y este local incólume, perenne!!

Y concuerdo plenamente con la historia, ese instante fue exclusivamente de ella...después de atender por años de a uno, o de a dos a la vez...fue en ese momento que todos los alli presentes estuvimos atentos a cada sonido que salió del piano, es decir, todos a la vez la atendimos, que loco ¿no?


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Si perro, pasando a otro tema...la última tocata tuvo una visita iluste. The real odaliska! Falto que se pegara una meneá de caderas para cerrar bakan ensayo.

Aguante granuja!

Anónimo dijo...

Yo no me acuero de ni una weá.....

Buena la historia....me hiciste acordar de claroscuro...la pelicula......con lo que tocó la lady.......¿como se llamaba la culiá?

Princessa dijo...

Gracias por postear en mi blog.
Eres muy creativa para escribir.
Buen post.
Ahhhh muchas veces me pasa… la sensación de querer que algo bueno que me pasa no sea solo un sueño.
Salu2

Puppetmaster dijo...

Muy buena la historia y contada de manera perfecta.

Pamela dijo...

Hola hola, q bueno q te haya servido pasar por mi blog, buena historia...me gusta la musica =)

Muy buen blog eh!

saluditos

Anónimo dijo...

magnificente...
épico
hermoso
una puta y su redención
pobres diablos son los redentores.

preciosa historia.

... pero me asalta una duda.
¿la banda existe propiamente tal? ¿o es parte de la magna invenciòn de este mundo imaginario creado por la pluma?...

Anónimo dijo...

O ye de verdad que la historia me agarró hasta el final, ello es buena señal, buna pluma, amena, entretenida. Me encantan esas historias de un mundillo entre sórdido y desconocido oficialmente, pero muy bien conocido por esas gentes de lado B en sus vidas.
By, te sigo leyendo

Manu Espada dijo...

Muy bueno, desde luego...

Mayo dijo...

Entretenido tu blog, Buena tu visita por mi casa gracias. Nos estamos leyendo

bajamar dijo...

...me uno a los aplausos...

un sueño, que sea un sueño, que sea...y su despertar sea en otro sitio

me encantan los finales abiertos

gran don narrativo, te felicito

te seguiré leyendo, un saludo desde la lluvia

Athos dijo...

Curioso y mágico local el "Magenta Rose" Rock and roll, putas y alcohol.
Excelente relato.
Saludos

Isabel Burriel dijo...

Me ha encantado el ambiente descrito. Parece que uno se pueda transportar a un local así y escuhar y aspirar el humo...

Gracias por tu visita, y ¿Por qué dices que mi blog te desconcierta?

Unmasked (sin caretas) dijo...

Esta es la banda del Negro Astorga?

De esa BANDA estamos hablando, tan famosa?

Un beso y mil gracias x dejar tu huella en mi casa.

Petra

Alicia dijo...

"... sonó tan solitario como el último fósforo en la caja".

Me encantó. Muy buena historia, muy buen escrito.

Gracias por tu visita. Voy a chusmear esto de Granujas...

Pirzen dijo...

Efectivamente es la banda del Negro Astorga, nuestro flamante vocalista y frontman. La cara bonita de la banda.

Saludos a todos y gracias por visitar nuestro blog. Tocaremos para ustedes ojalá pronto....

es buena idea, no?

Anónimo dijo...

De pelos!!!!!!!!!!!!

quiero verlos en vivo ;)

Patricio Schmidt dijo...

gracias por tu visita y tu comentario que me llamó la atencion, perceptivo..
no me queda mas que buscar a la banda para oirla, promesa que lo haré.
saludos para ti

r dijo...

tu nickname me dio sed.

Por otro lado tu banda tiene todo para ser un exito de puticlub.

El relato es un poco largo pero muy bueno, john cancino es un gran personaje.

Gracias por la visita y el coment por alla en mis barrios

TORO SALVAJE dijo...

Me ha encantado enterito. Todo.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Es como transportarme al café teatro en el que soñaba hace algunos años. Allí vivia la banda sonora de mi vida...
Escuchando "el hombre del piano" sentado frente aun viejo piano de cola...
Muy bien descritos los detalles.
Un abrazo y encantado de haber arrivado a este rincón.

Anónimo dijo...

Realmente es díficil darle un adjetivo correcto que pueda resumir lo que me provoca esta historia... es fascinante como puede describir, narrar y hacernos participe de un lugar que después de leerlo deja de ser tan ficticio y se vuelve un poco mas real.
En todo caso mis felicitaciones para el autor es un "maestro" con una imaginación a toda prueba

Estoy esperando el recital

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/profile?user=eldromaster


Mujer del Piano !!!


Salu2